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Los veinteañeros, condenados a ganar menos de por vida

Entrar en el mercado laboral en una época de depresión económica tiene un impacto negativo en la vida del trabajador que en muchos casos le puede acompañar toda su vida. Y cuanto más jóvenes, más difícil les resultará levantar el vuelo.

Al menos eso es lo que asegura el reportaje "Apesta ser nosotros" de la revista New York Magazine, que afirma que "el trabajador consigue la 70% de sus aumentos en la primera década laboral. Por ello, si se estanca en esta época ganará menos de por vida".

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Según el estudio realizado por la publicación, los estudiantes universitarios que empezaron a trabajar en época de recesión ganan hasta un 10% menos que quienes se iniciaron en el mundo laboral en la de bonanza económica.

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Y no sólo cobrarán menos, sino que lo tendrán más difícil incluso para iniciar su carrera. En agosto de 2007, justo cuando estalló la burbuja de las hipotecas basura en Estados Unidos, el paro juvenil en España se situaba por debajo del 20%.

Cuatro años después, un 43,5% de los menores de 30 años de nuestro país no tiene empleo, frente al promedio del 20,4% de Europa, según recoge el Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de los datos publicados por Eurostat.

Ni para comprar una casa

Esta tendencia se acentúa por la preferencia de los jóvenes profesionales de trabajar para un tercero. El 77% se decanta por la presunta estabilidad que supone formar parte de la plantilla de una empresa ya consolidada antes que montar su propia compañía. Así se revela en las conclusiones del Libro Blanco del Emprendedor en España, promovido por la Fundación Príncipe de Girona (FPdGi) y elaborado por la ESADE Business School.

Sin embargo, un sueldo fijo a final de mes tampoco supone la solución al problema. La emancipación de los jóvenes españoles sigue estancada ante la imposibilidad de comprar una vivienda. El nivel mínimo de ingresos para financiar la adquisición de una casa sin riesgo es de 31.266,02 euros anuales, más del doble del poder adquisitivo de una persona joven, cuyo salario neto medio se sitúa en 15.042,21 euros al año, según el último informe del Observatorio Joven de la Vivienda del Consejo de la Juventud de España.